El diseño arquitectónico de esta casa campestre, ubicada en la zona rural del municipio de Rionegro, se destaca por su integración con el entorno natural. Emplazada en una topografía con una pendiente moderada, parte de la casa queda elevada sobre el terreno, mientras que otra parte se asienta en un área explanada. La porción elevada se encuentra dentro de un bosque de pinos, lo que permite que la casa se integre sin afectar la morfología del terreno ni alterar el flujo natural del agua.
La vivienda campestre se compone de tres volúmenes con cubiertas a dos aguas, unidos por una circulación de cubierta plana que crea dos patios centrales. Esta disposición permite que las áreas sociales y las alcobas permanezcan independientes, mientras todas se orientan hacia el bosque, aprovechando las vistas naturales y la sombra de los árboles. En el volumen principal se encuentran la cocina, el salón y la zona de servicios, mientras que los otros volúmenes albergan las alcobas, todas con vistas al bosque de pinos.
