El diseño arquitectónico de la casa campestre ubicada en el municipio del Carmen de Viboral, Antioquia, destaca por su excepcional integración con el entorno natural. Esta residencia ejemplifica cómo un buen diseño arquitectónico puede fusionar estéticamente una construcción con su paisaje, creando una vivienda que parece haber surgido orgánicamente del terreno.
Integración con el Entorno
En el diseño arquitectónico de esta casa, la planta arquitectónica se adapta a la topografía del terreno, que es mayoritariamente plana con una ligera inclinación en una parte. La disposición de los cuatro volúmenes de la casa alrededor de un amplio patio trasero y otros espacios vacíos asegura una conexión fluida con el paisaje. Estos vacíos no solo aumentan la privacidad de las alcobas, sino que también permiten que la vegetación y el paisaje fluyan a través de los espacios, enriqueciendo la experiencia visual y la relación con el entorno natural.
Un aspecto fundamental del diseño arquitectónico de esta vivienda es su enfoque en el confort climático. Los techos a dos aguas con una pendiente del 80% y las cubiertas planas de las áreas de circulación y baños contribuyen a una composición volumétrica interesante y a una mejor distribución del espacio. La elección de materiales juega un papel crucial en este aspecto: los muros verticales tienen una estructura metálica recubierta con madera en el interior, paneles de madera aglomerada tipo OSB y tejas tipo “shingle”. Esta combinación, junto con una cámara de aire rellena de lana de vidrio, asegura un aislamiento térmico eficiente, creando un ambiente interior fresco y confortable.
